
I
Con maderos negros construí esta balsa.
Huérfanos del río dormían en la orilla,
Sumisos y ondulantes,
En la extraña confianza
Que precede a una tormenta.
-Me tentaron al rito de un adiós ya marcado-
II
Las despojé de la espada,
Su única posesión,
Ya sin filo y contiendas
Que ganar o perder.
Palpé su hoja en mi olfato,
Devolví a la piel los recuerdos
Impregnados en sus mellas.
III
Sus cuerpos yacían sobre una sábana blanca:
Puros,
Transparentes;
Sin preguntas en su desnudez.
Les permití esa memoria del papel,
Un último capricho en su campo de batalla.
Y me miraron inmóviles
Presagiando la marcha.
IV
Medio cuerpo en el rio
Para impulsar la partida.
Suerte de corriente fría
Que anestesió mi nostalgia.
V
Cerré los ojos
-Tensando el arco-
A la oscuridad que reinaba.
¡Disparé!
Fui certero
A pesar de la distancia:
A la primera mirada
-Flecha compasiva-
Ya ardía la tinta.
Y al resplandor de las llamas
Mi vieja poesía comenzó a abandonarme.
Imagen sacada de: http://www.norwegianwarbows.com