
Con estos escritos comencé mi recorrido por este blog y quizás también una nueva etapa en mi poesía. Los vuelvo a compartir pues creo que se merecen una segunda oportunidad. Bueno, por eso y porque ando un poco falto de imaginación…
Regreso
I
Me voy a aullarle a la luna.
Dejo atrás la ciudad y sus puertas;
El número exacto de pasos
Para llegar a casa;
Y ese lugar donde esquino
Pensamientos y desvelos.
Estoy cansado de la manta, del abrigo;
De esta piel marcada de besos y espinas;
Del paso de los años sobre mis huesos.
Vencido por los recuerdos
Y los límites para el olvido;
Aun sin la certeza de la razón de mi deseo,
Me voy, regreso al bosque.
Quiero aullarle a la luna;
O simplemente
Correr detrás de una manada,
Aunque solo sean sombras.
II
¡Escucha!
Ahí está el bosque
En su oscura cercanía.
¿Sabes quién grita en las sombras…
-Es el silencio:
Su frio encanto-
Quién habita en la espesura?
-El tiempo:
Su gentil espanto-
Camino adelante…
Las huellas que ha tatuado el viento;
Las ramas humilladas de un otoño;
El eco de la luna en su sereno.
¡Escucha!
III
He recuperado ese primitivo andar
Sobre piedras y raíces;
La sensación de la piel desnuda
Que respira en la hojarasca.
He vuelto a beber de la humedad
De las cortezas;
A satisfacer mis manos
Con la sangre de hurgar en tierra.
Puedo sentir el latir del bosque a cada paso;
Como se quiebra la luz entre las ramas…
Al animal que habita donde despierta la luna.
¡He regresado!