Si vas a echar
El ancla del mar
En mitad de la tormenta,
¡Ni lo intentes!
No despiertes a las nubes,
Su pereza no perdona
La falsa alarma de lluvia.
Deja que el viento repose
En su hipnótico descanso,
Que nunca tolera fastidios
Para unos cuantos bufidos.
Y a las olas…
Mejor mantenlas ajenas,
Por si acaso se rebelan
Y le estropean los planes
A tu cobarde desidia.
Muy bonito Little. La cobardía no se perdona. Abrazos.
Empezando por uno mismo.
Abrazo y saluditos Meat! 😉
Bueno, hace falta saber cuando uno es cobarde. No siempre es cobardía, a veces es precaución. Abracitos. 🙂
Demasiada precaución ya se convierte en cobardía, no?
Depende desde la óptica que lo veas Little. Una persona precavida vale por 100, no puedes andar por la vida siendo valiente y entrando en cualquier agujero negro. No hay que confundir la cosas, si la palabra miedo no existiera tampoco la palabra cobardía ¿quién dijo miedo?
Ya! Pero a pesar del miedo y la cobardía no podemos detenernos en mitad del camino. Sería una falta de respeto a todo lo recorrido.
No había aparecido tu mensaje Little. Fijate que tienes razón, es una falta de respeto que camines por encima del oceano y de pronto decidas hacer el muertito, es de mal gusto. Saluditos, tu eres como los saltamontes, de repentes solo me ignoras.
Creo que te confundes de animal: seré como los caracoles, que casi siempre (para no generalizar) van lentos.
Otra cosa: me puedes dar acceso a tu blog? Desde hace dias me sale que es privado y tengo que solicitar invitación, ya lo he hecho pero parece que no te llega la notificación de la petición…
Sauditos.
Litle entra en tarántula de la costumbre. Ahi estoy escribiendo, es público. Consumiď y empobreceos esta cerrado. Saluditos.
Y cuando me lo ibas a decir criaturita!?
Cuando me preguntaras despistado. Casi nunca llegas. 🤗🤗🤗
Ni que tuviera yo una bola de cristal pa’saber que tengo que preguntar… 😐
Ja ja ja, pues deberías Little. Yo estoy pendiente que te apareces a la muerte de un obispo. Pero lo más importante de todo es que estás aquí. Un día de estos empiezo a escribir poesía, no se donde publicarla 😦
Que me aparezco a la muerte de un obispo!? Eso que quiere decir?
Pero tu ya has escrito poesía. A quien quieres engañar!!!???
A nadie. No quiero publicar poesía aquí. ¿donde te habías ido? ¿Eres duende?
No me he ido. Es solo el tiempo el que se va…
Hola Little, te quedó muy bueno. Saluditos.
Gracias mil Concordia!
Saluditos. 😉
Saluditos Little.
👏👏
🙂
Qué bonito, tiene mucha fuerza. Siempre hay que luchar, aunque se tenga miedo, porque no es cobarde el que no tiene miedo, sino el que deja que lo maneje. Ahí lo dejo 😉
Por supuesto! Siempre hay que vencer el miedo y seguir adelante en cualquier situación. De los cobardes nada bueno se ha escrito. 😉
Fantástico, Little!! Se presta a varias lecturas este poema. Un abrazo
Vaya! Tienes buena vista. Incluso mejor que la mia… Jaja!
Muchísimas gracias Mayte.
Saluditos. 😉
Bonita forma de citarla … e intimidarla.
Feliz tarde, Little
Sobre todo de intimidarla; o al menos intentarlo. 😉
Saluditos Enrique!
A veces para ser valiente has de haber experimentado algo de cobardía. Sin duda, creo que a veces van las dos de la mano del miedo, como el diablo y el ángel que tenemos todos en nuestras cabezas. A veces, hay que ser muy valientes para permitirse ser cobardes y cuando sucumbes a la cobardía debes encontrar la puerta que se abra para recuperar la valentía.
Me ha gustado mucho este poema 🙂 Sigue así.
Un saludo!
Toda la razón; sobre todo lo último que dices: en esta vida no debemos dejar que la cobardía nos gane la partida.
Seguir así depende mucho de la querida inspiración y esa aparece de vez en cuando y de cuando en vez. 😀
Gracias y saluditos.
Ser escritor es como ser padre, algo que vas a tener que demostrarte a vos mismo todos los días. No siempre el camino al primer libro, o texto publicado en un blog, está tapizado de jirones de piel de escritor.
Presiento que ya estás preparado para escribir tu primer libro, el segundo incluso el tercero. Solo puedes escribir tu primer libro una vez, nunca vas a pasar de nuevo por esa inocencia.
Felicidades. Te invito a que pases a mi blog y leas la entrada más reciente titulada “El aroma del miedo”.
Hola Samuel! Muchas gracias por tus palabras, pero creo que eso de escibir un libro lo veo muy-bastante-demasiado alejado. La escritura es diametralmente opuesta a mi profesión (y otra de mis pasiones) y créeme que no tengo mucho tiempo para dedicarle.
Ya me pasaré por tu blog.
Nos leemos.
Saluditos. 😉
Little, te has perdido, por donde andas amargando gente?
Acumulando amarguras, que no es lo mismo. jaja! 😛
Tu que!? Ahora eres… Arandonos!? O_O
Ser cobarde nunca traerá un buen resultado, quizá debemos diferenciarlo de la precaución, cuando podemos perder algo invaluable.
Me ha gustado mucho.
La cobardía nos impide ser nosotros mismos. Y si, a los precavidos no deberiamos confundirlos con los cobardes, a no ser que la precaución sea constante y extrema.
Gracias una vez mas. 😉
La cobardía, con frecuencia,
nos hace audaces.
Nos tiramos a tumba abierta
para vencer al miedo
que intenta doblegar
nuestra voluntad.
Cuando algo me da miedo, tras los titubeos habituales, me digo… ¡cuánto antes mejor! Quizá sea más potente el miedo a la cobardía que la misma cobardía.
Abrazos 🤗🤗
Jaja! si, bien me conozco ese “cuanto antes mejor”. Pero creeme, a veces hay que respirar mas de un par de veces para lanzarse. Y claro, si sabes que al final no vas a lanzarte es mejor que no hagas planes.
Gracias Estrella.
Saluditos. 😉