Supongo que a muchos (para no pecar de absoluto y pensando que no soy un bicho raro) nos ha pasado alguna vez que, en medio de un proceso creativo donde involucramos a las palabras, nos ha invadido esa molesta duda de que lo que estamos escribiendo ya se ha escrito antes. Y no me refiero a la idea en sí, más bien a la combinación de palabras que estamos usando para describir, poéticamente o no, algún suceso, objeto, persona, sentimiento o lo que nos venga en… necesidad o musa mediante. ¿Qué hacemos en estos casos? ¿Nos quedamos con la duda y continuamos el camino de la escritura sin el sentimiento de culpa de no ser “originales”? ¿Consultamos a google todopoderoso en busca de respuesta y en dependencia del resultado (o del número de resultados) reordenamos las palabras o buscamos algún reemplazo sinonímico que no luzca tan mal en la composición? Yo en estas ocasiones recurro a este poema que me recuerda que…
Lo que he escrito
tiene a veces el aspecto gastado de algo escrito ya por otros
pero también mucho de lo que han escrito otros
lleva mi firma
en la eterna espiral yo soy igualmente una consecuencia y una referencia
las palabras vuelven siempre
las oscuras palabras cada cierto tiempo
toda palabra tiene pasado
toda palabra hizo ya el amor
pero no hay palabras de uso
cada palabra tiembla de nuevo
entre las manos del escritor
El poema se llama “Poética” y es de uno de mis escritores favoritos, Luis Rogelio Nogueras.
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